El hotel tenía 48 habitaciones, algunas de las cuales daban delante con balcón, había un baño en cada piso y agua corriente, el suelo era de madera que limpiaban con un cepillo y lejía, pues por aquel entonces era moderno.
En la planta baja estaba el bar, la recepción y el comedor. Frente al bar y el comedor había unas terrazas cerradas con cristal donde también se podía comer o jugar al billar.
Llevaron poco tiempo el hotel, ya que Maria Coma Areny enfermó y nos dejó, entonces arrendaron el hotel a Josep Gil . Hacia 1945, al finalizar el arrendamiento la familia Coma volvió a dirigirlo.
Durante esta nueva etapa, las hijas de Bonaventura Coma trabajaban en el hotel: Carolina en la cocina (le ayudaba una chica del pueblo), y las otras se ocupaban del comedor, la recepción y las habitaciones. Cuando terminaban un trabajo empezaban otro y así todo el día.
En la parte posterior del hotel había el garaje y lavadero y, también tendían la ropa, no había secadoras. Mercè Coma recuerda haber lavado y puesto en lejía 80 o 100 sábanas por la mañana, haber servido en el comedor al mediodía, plegado y planchado y aseado la ropa por la tarde y después haber dado las cenas al anochecer.
Pese a tener un trabajo tan duro, nunca les faltaba el buen humor y las ganas de divertirse. Si había alguna fiesta en Ordino o en la Massana , iban a pie cuando terminaban el trabajo, e incluso se añadía algún cliente del hotel en el grupo.
Una de las distracciones de los jóvenes era ir a hacer excursiones el domingo por la mañana, grupos de 20 o 30 que subían al pico de Casamanya o los lagos, y por la tarde cuando bajaban iban a bailar al hotel.
Como el comedor era muy grande acondicionaban la mitad de la sala para comer y la otra para bailar. En invierno se reservaba toda la sala para bailar y se comía en la terraza cubierta. Venían acordeonistas de la Seu d’Urgell, de Sispony y atraían a mucha juventud. Sólo en Ordino, había una 20ena de chicas solteras…
Por aquel entonces el precio de la pensión completa era de entre 15 y 11 pesetas todo incluido, dependiendo de la temporada, 8 pesetas el almuerzo con el vino incluido.